”La Archicofradía del Rosario de Nuestra Señora de Atocha es una asociación cristiana de fieles, ordenada a vivir la espiritualidad del Rosario y en general la espiritualidad mariana que emana de la advocación de Nuestra Señora de Atocha. Está erigida desde hace siglos en el convento de frailes dominicos de Nuestra Señora de Atocha, c/ Julián Gayarre, 1. Madrid”  (Artículo 1º del Estatuto).

La Virgen de Atocha es la talla más antigua de Madrid. La tradición remonta la devoción a Ntra. Sra. de Atocha a tiempos apostólicos, atribuyendo su realización a San Lucas, siendo traída a España por los discípulos de Pedro. Las crónicas del siglo XVII aseguran que la primera referencia que existe sobre la imagen es un escrito del siglo VII de San Ildefonso, arzobispo de Toledo y la historia del caballero Gracián Ramírez que en el siglo VIII trasladó la imagen de la primitiva ermita al lugar en que hoy se encuentra la Basílica de Atocha. La importancia de esta imagen y su vinculación a Madrid queda más que demostrada en las Cantigas de Alfonso X el Sabio, donde se hace referencia directa a tres milagros de Ntra. Sra. de Tocha (Cantigas 289, 315 y 396).

Siempre existió una estrecha relación entre la Casa Real y la imagen de Ntra. Sra. de Atocha, especialmente intensa en tiempos de la dinastía de los Habsburgo y posteriormente con los Borbones. Los miembros de la Familia Real acudían con frecuencia a sus cultos, pasaban por su templo al salir y entrar de Madrid, presentaban a los príncipes ante la imagen, algunos contrajeron matrimonio en la Basílica Real y se encomendaban a Ella en momentos de enfermedad o especial dificultad para la nación. Los reyes la declararon: «Protectora de España, de todo el Nuevo Mundo, de sus flotas y galeones, de las Armas de esta Monarquía y Principal y más antigua Patrona de esta Imperial Villa de Madrid» (así consta en varios grabados del XVII). Esa relación con la Casa Real sigue viva y por ello ante esta imagen se encomendaron los Príncipes Felipe y Leticia tras la celebración de su matrimonio, y se han presentado las Infantas Leonor y Sofía tras su nacimiento.

Desde muy antiguo, según una costumbre iniciada también por los reyes de España, los devotos a la Virgen acuden la tarde de los sábados a orar y celebrar la Eucaristía, encomendando a Nuestra Señora las alegrías, las preocupaciones, los problemas, las inquietudes de nuestro país, especialmente en momentos de mayor gravedad. Esa es una de las principales responsabilidades de los miembros de la Archicofradía de Atocha, y uno de los elementos distintivos de la fraternidad.

La fiesta de Nuestra Señora de Atocha se celebra el primer domingo de octubre, fecha en la que la Orden de los dominicos celebraba la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario. Va precedida de una novena y culmina con la misa solemne y una procesión por las calles próximas a la Basílica. En la procesión, además de la cofradía y gran cantidad de vecinos y devotos, acompañan a la Virgen otras congregaciones y asociaciones religiosas.

En el año se celebra de manera especial la fiesta de la Presentación del Señor en el templo y en el último domingo de mayo, la fiesta llamada “de la Rosa”

La admisión de nuevos cofrades se realiza durante la festividad de la Virgen de Atocha que se celebra el primer domingo de octubre.